La termografía infrarroja es una técnica de diagnóstico visual que facilita la evaluación del estado de los sistemas eléctricos, siendo las cámaras termográficas una poderosa herramienta para identificar componentes eléctricos, conductores y conexiones con puntos calientes y anomalías.
Las imágenes térmicas recopiladas son el soporte fundamental para diagnosticar la situación y redactar informes, con ellas es posible tomar decisiones sobre las mejoras que deben ser aplicadas y realizar las acciones correctivas necesarias para evitar incendios y tiempos de parada innecesarios y/o imprevistos.
Realizar termografías infrarrojas periódicas asegura:
Mantenimiento de alto nivel en: tableros eléctricos, equipamiento, componentes, conductores y conexiones eléctricas.
Identificación de las fallas detectadas mediante la toma de imágenes infrarrojas.
Ubicación del equipo en falla mediante la toma de Imágenes digitales fotográficas.
Entrega de informe impreso y en formato digital de fácil lectura, con las imágenes obtenidas, diagnóstico y acciones recomendadas en cada caso.
Todo ello realizado por medio cámaras termográficas de alta resolución FLIR, utilizadas por personal técnico profesional entrenado y calificado.